1 de junio de 2010

ENTREVISTA A AVRIL CON NYLON MAGAZINE


Avril Lavigne dice que cada disco que hace viene acompañado de su propia combinación de colores. Para su último, The Best Damn Thing (2007), usó negro y rosa fuerte, una elección razonable dado el sonido del álbum y el tipo de letras.

En contraste, el próximo disco de Lavigne, actualmente sin título y previsto provisionalmente para Septiembre, tiene una más sofisticada, más madura vibración, con fantásticos instrumentos y suaves guitarras acústicas. La cantante lo llama “abierto, honesto y emocional” y dice “hay mucha profundidad en las canciones”. Con eso en mente, estamos viendo algo en un tono tierra.

Aun cuando Lavigne aparece para una charla en el Hotel W en el barrio estilo de Westwood en Los Angeles, lleva una sudadera rosa y negra de Boys Like Girls, vaqueros negros ceñidos, esmalte de uñas rosa. Para rematarlo, su pelo (rubio con mechas rosas) está metido bajo un gorro de lana. Así que, que pasa?
“No soy tan rosa ya”, insiste la cantante con una risa. “Es más como… toques”

Matiz es nuevo para la historia de Avril Lavigne, que empezó con una explosión en 2002, cuando su álbum debut, Let Go, hizo a la nativa de Ontario un icon instantáneo del pop. El siguiente de Lavigne en 2004, Under My Skin, era más oscuro y malhumorado (piensa en Evanescence para adolescentes), pero vendido como rosquillas de una manera similar. Con The Best Damn Thing, Lavigne dice que quiso “hacer un álbum realmente divertido, agresivo y alegre para que así pudiera correr por el escenario y animar al público”.

Esta vez tenía una meta diferente: “(Hacer) este disco era todo sobre la interpretación vocal”, dice. “Capturar la emoción en lugar de esconderla detrás de capas de batería y guitarra y todo. Aún tengo guitarra y batería y todo eso en el álbum, pero es como es ahí, es más relajado o más musical. Es más bello.”

Lavigne atribuye el sonido delicado al hecho de que escribió y grabó mucho de su nuevo álbum en su casa de Los Angeles, que dejó al material adquirir forma naturalmente. “Solo estaré dando vueltas y si me aburro por un segundo, me sentaré en el piano” (hay uno en el vestíbulo) e inventarme algo”. Ella también estuvo más a cargo: aunque el disco contiene colaboraciónes tanto escribiendo como produciendo, con Butch Walker, Evan Taubenfeld y el exmarido Deryck Whibley (más sobre eso en un momento), Lavigne dice que escribió la mayoría de canciones por si misma y produjo unas cuantas canciones por primera vez en su carrera.
“Era algo que pensé que jamás sería capaz de hacer”, admite. “Pero he aprendido mucho en los últimos 8 años de grabación. Estoy muy orgullosa de mi misma”.

“Pienso que en este disco ella finalmente tuvo la confianza de valerse por si misma”, dice Taubenfeld, quien sirvió de guitarrista de Lavigne desde 2001 a 2004 y ha empezado a actuar por si mismo. “Ella pensó, ‘Voy a intentarlo’ y ha hecho un excelente trabajo. Requiere agallas hacer eso. Cuando la gente oiga el disco, van a flipar”.

También pueden preguntarse dónde está la cantante con respecto a su relación con Whibley. Lavigne pidió el divorcio el año pasado, pero ella y el líder de Sum 41 han sido fotografiados juntos en numerosas ocasiones los recientes meses (También se le ha visto por ahí con Brody Jenner de The Hills) Cuando se le pregunta si su nuevo álbum refleja la realidad post-divorcio, Lavigne rie un poco nerviosa
“He sido muy honesta, y a veces es difícil de sacar cosas ahí fuera que significan tanto”, dice. “Pero pienso que ese el material que tocará realmente a la gente, las cosas que tienes miedo de decir o escribir”. Los fans, no obstante, no deberían esperar detalles íntimos.“La belleza es que lo que estoy hablando puede totalmente significar algo más para alguien más, y todo el mundo pueden coger lo que necesiten de esa canción. Es todo sobre donde estés en tu vida”.


Por supuesto, dado su temprana exposición a la fama (incluyendo sus más desagradables aspectos), no puedes culpar a Lavigne por ser un poco precavido. Especialmente cuando ella admite que, después de cerca de una década en el candelero, aún está resolviendo como dar con un equilibrio entre su carrera y su vida personal.

“Fue una locura”, dice de sus primeros días.”Ni siquiera me daba cuenta de que estaba pasando. Saqué un álbum y me fui durante dos años, viviendo de una maleta en un autobús de gira, y en aviones y habitaciones de hotel. Fue divertido? Sí. Fue increíble y superguay? Si. Fue un montón de trabajo? Un mogollón!

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